Evaluación de la actual situación político-militar, 21 de Julio 2020
Tan pronto como la situación en Heftanîn se resuelva, el próximo ataque a Rojava será lanzado…
No hay duda de que durante el mes pasado el foco central de la guerra entre las fuerzas revolucionarias y el fascismo turco se trasladó a las montañas del Kurdistán del Sur, especialmente a la zona de Heftanîn. Las fuerzas de ocupación del fascismo turco están tratando de romper la resistencia de la guerrilla con todos los medios y capacidades técnicas que tienen a su alcance, tratando de avanzar cada vez más hacia el sur. A medio plazo el objetivo de las fuerzas invasoras es establecer una zona de amortiguación de varias docenas de kilómetros de ancho que estaría bajo ocupación turca permanente, similar a la del norte de Siria. Esta zona de amortiguación se utilizará luego como base de operaciones de ocupación contra el Kurdistán del Sur y las provincias de Mosul y Kirkuk en Irak. Aunque las fuerzas del régimen del AKP-MHP han logrado poner algunas colinas y picos de montaña concretos bajo su control gracias a operaciones aéreas arriesgadas, la presencia de la guerrilla en la zona de Heftanîn sigue como antes.
Contrariamente a lo que los medios de información turcos que siguen las tácticas de la guerra especial mediática nos quieren hacer creer, el fascismo turco no ha sido capaz de obtener ningún control territorial sobre Heftanîn, sino más bien se encuentra en el cerco de la guerrilla. Y en la guerra de guerrillas, cuantas más bases establezca el enemigo, más objetivos para golpear habrá. Las unidades de guerrilla pueden moverse fácilmente en la naturaleza de Heftanîn y atacar en cualquier punto. El fascismo turco ya perdió su iniciativa en los primeros días de la invasión y está bastante perdido. Desde el comienzo de la operación de ocupación, el 16 de junio, cientos de soldados del ejército turco y de tropas auxiliares han sido eliminados tras exitosas acciones de la guerrilla. Con métodos modernos, una estructura profesionalizada y nuevas tácticas, la guerrilla ha logrado mantener las fuerzas de ocupación en jaque y la propaganda turca que iba anunciando sus aparentes éxitos se ha quedado en nada. Desde las acciones de sabotaje, los ataques coordinados a las fuerzas de ocupación en avance y el uso profesional de francotiradores hasta los ataques dirigidos desde el aire por las nuevas unidades de defensa aérea de la guerrilla, la gama de métodos utilizados por la guerrilla del siglo XXI es sorprendente. Con el fin de ocultar sus propias pérdidas, el fascismo turco utiliza en Heftanîn mercenarios, así como también colaboradores y traidores locales. Miles de yihadistas han sido movilizados desde Idlib y los territorios ocupados del noreste Siria, e incluso los mercenarios que Turquía mandó a Libia se están desplazando ahora a Heftanîn. Los colaboradores kurdos también están involucrados en los crímenes de los ocupantes de muchas maneras diferentes.
Mientras que casi todos los partidos políticos y organizaciones del Kurdistán del Sur se posicionaron contra la invasión y condenaron la actitud del gobierno regional, el PDK de Barzani sigue apoyando abiertamente la operación militar de Turquía, mientras que culpa a las fuerzas de resistencia y legitima las masacres cometidas por el ejército turco. Aunque el gobierno central de Irak ha permanecido en gran medida en silencio, en los últimos días algunas organizaciones patrióticas-democráticas iraquíes también han llamado a formar un frente unido nacional contra el fascismo turco. Lo que está claro, sin embargo, es que tanto el PDK como el gobierno de Irak son parte del plan de ocupación. Los verdaderos arquitectos y estrategas detrás de la ocupación turca, los EE.UU, también lo han expresado abiertamente con su llamamiento a una lucha unida contra el PKK, dirigido a Turquía, el PDK e Irak. Los EE.UU. continúan trabajando con entusiasmo para forjar un frente unido contra la revolución, pero cuanto más tiempo dura la resistencia en Heftanîn, más desesperada se vuelve la situación del fascismo turco y sus secuaces. Ya ahora, docenas de jóvenes se han unido a la resistencia dentro del marco de la proclamada movilización general y están uniéndose a las filas de la guerrilla. Muchas otras organizaciones han respondido a la llamada del miembro del Comité Central del PKK, Duran Kalkan, y han declarado su disposición para una lucha conjunta, mano a mano con la guerrilla. La resistencia de la guerrilla y las reacciones de la sociedad civil de Irak y Kurdistán están haciendo que los planes del fascismo turco y de los imperialistas se vayan estropeando.
También a nivel de situación interna de Turquía, es decir la retaguardia de esta guerra de ocupación fascista, las acciones de la resistencia se intensificaron durante los meses de junio y julio. Con cientos de ataques y acciones de resistencia en las metrópolis de Turquía y las ciudades del Kurdistán del Norte, la sangrienta guerra fue traída de vuelta al corazón de la bestia, rompiendo así el silencio mortal impuesto por el fascismo. Los ataques incendiarios que se han extendido a lo largo y ancho de las supuestamente seguras metrópolis y lugares turísticos de Turquía han expuesto la mentira que supone la falsa imagen de “paz” y han mostrado al mundo que Turquía es un país en guerra. Y también que, a partir de ahora, esta guerra no conocerá fronteras. Además de las acciones de venganza llevadas a cabo por la Iniciativa Niñxs de Fuego y que están principalmente
dirigidas contra los objetivos relacionados con la economía de guerra turca y los colaboradores del régimen de AKP/MHP, las unidades de la defensa civil de YPS/YPS-Jin están desarrollando la guerrilla urbana profesional en el marco de una ofensiva que comenzó en mayo. Las milicias del Movimiento Revolucionario Unido del Pueblo (HBDH), que constituyen el frente unido de la revolución del Kurdistán y Turquía, también han intensificado la lucha con numerosas acciones armadas exitosas. A través de la acciones de las milicias y diferentes “unidades de venganza”, este mes quedó claro de una vez por todas que cualquiera que haga causa común con el régimen fascista de AKP/MHP tendrá que rendir cuentas por ello. Muchos policías, agentes y colaboradores fascistas han sido castigados este mes, siendo blanco de los ataques realizados por las milicias en el marco de las operaciones de guerrilla urbana. Mientras que la lucha en las metrópolis y ciudades, – en sí un importante pilar del concepto de la guerra popular revolucionaria -, sigue avanzando, la guerrilla también mostró una fuerte presencia en Kurdistán del Norte y demostró con éxito su capacidad
para atacar en todas partes y en cualquier momento. En las últimas semanas se han llevado a cabo acciones exitosas desde la zona de Botan hasta las áreas remotas de provincia de Dêrsim.
La sociedad civil del Kurdistán del Norte también se ha despertado, especialmente la semana pasada, dando claras expresiones de ira y odio contra el colonialismo turco. Después de que se revelaran las recientes violaciones y agresiones cometidas por los soldados y policías turcos contra jóvenes y niñas kurdas en Batman y Şirnex, la protesta social estalló. A pesar del estado de emergencia y leyes especiales, miles de personas salieron a las calles. Los recientes abusos sexuales no son de ninguna manera casos aislados, sino que tienen que ser entendidos como parte del concepto de ocupación promovido por el fascismo turco. En la persona de la mujer, toda la sociedad del Kurdistán debe ser quebrantada y degradada. Hay todo un sistema detrás de estos ataques contra las mujeres y en este sentido la jurisdicción colonialista del Estado turco protege a los perpetradores. Por lo tanto, el régimen del AKP-MHP todavía sigue tratando de impulsar la aprobación de una nueva ley que garantice la impunidad del violador de una menor si éste se casa con ella después de cometer el crimen. Las recientes protestas sociales tienen una nueva calidad, porque es la primera vez que ocurren protestas masivas en ciudades como Şirnex desde el 2016, cuando la resistencia que defendió la autoadministración fue militarmente suprimida por el ejército turco, pero a pesar de toda la represión posterior continúa hasta hoy en día. El régimen tiene presente muy claramente que la presión continúa aumentando en todas partes y por lo tanto sigue atacando de forma bestial. En el Kurdistán del Norte y Turquía prácticamente todos los días se siguen produciendo arrestos masivos que van dirigidos, especialmente recientemente, contra las estructuras del movimiento de mujeres.
Respecto a su política exterior, el régimen de AKP/MHP se centra en una expansión cada vez mayor. Por ejemplo, la presencia del ejército turco en Libia ha aumentado enormemente y es de esperar una participación activa de las fuerzas turcas en la próxima batalla por la ciudad de Sirte. De acuerdo con las últimas declaraciones del presidente de Egipto al-Sisi, esto podría llevar a un enfrentamiento directo entre las fuerzas egipcias y turcas. El fascismo turco también ha intensificado su interés en el Yemen. Así, se han abierto oficinas de reclutamiento en territorios ocupados como Afrin para ir a combatir en Yemen, y los primeros cien mercenarios ya han sido trasladados al aquel país que está en plena guerra civil. Junto con sus aliados del partido islamista yemení Al-Islah, el enfoque Turquía se está dirigiendo sobre todo hacia poner bajo su control la línea costera de importancia estratégica. Y esto con el objetivo a largo plazo de poder obtener el control sobre el estrecho entre la Península Arábiga y África. También ya se están dando señales de una mayor interferencia turca en el Sudán. Tras expandir sus influencias en Libia, Sudán y Yemen, el objetivo a medio plazo es un cerco de Egipto. El concepto de Turquía sigue siendo el mismo que en Siria. La invasión se lleva a cabo a través de mercenarios yihadistas congregados bajo diversos nombres, y después de algún tiempo las tropas regulares del ejército turco avanzan para anexar las zonas a largo plazo. Dado estos nuevos conflictos, las negociaciones actuales entre diferentes potencias sobre el destino de los territorios liberados en el noreste de Siria no deberían ser vistas como separadas del equilibrio de fuerzas a nivel regional.
Mientras que los EE.UU. han dado a Turquía una luz verde para que hagan lo que quieran en Libia, similar a lo que hizo antes en Idlib, el imperialismo ruso trata de poner de nuevo de su lado al régimen del AKP-MHP con nuevas promesas en las negociaciones de Astana (ahora Nursultan) a expensas de la revolución del noreste de Siria. La actitud de las tres potencias, es decir Rusia, Turquía e Irán, hacia la Administración Autónoma de Norte y Este de Siria que ellas mismas llaman “ilegal e ilegítima” no podría haber sido más clara. Al igual que la última vez en
septiembre de 2019, las negociaciones de Astana no han dado otro resultado que vender y repartir más zonas de Siria. Bajo el nombre de proteger la soberanía y la integridad territorial de Siria, estas tres potencias ocupantes están regateando sobre la división y el saqueo del país. Especialmente desde la último cumbre de Astana, el aumento de las provocaciones y ataques del enemigo ha sido evidente. El asesinato selectivo de tres mujeres en la aldea de Helincê, cercana a Kobanê, el ataque con drones en Dirbêsiyê y los recientes ataques de artillería a Qamishlo, así como los continuos ataques a Ayn Issa y Til Temir son todo ello presagios de otra inminente invasión turca. La semana pasada, las pandillas del autodenominado Ejército Nacional Sirio declararon su retirada de las zonas urbanas de la zona ocupada. Oficialmente para garantizar la seguridad y la estabilidad y poner las zonas bajo el control de la llamada Policía Libre Siria. Sin embargo, es un hecho que miles de soldados turcos del Kurdistán del Norte han sido enviados a las zonas ocupadas y las mencionadas pandillas yihadistas se están “retirando” por una sola razón, que no es ninguna otra que poder ser utilizadas en una nueva ofensiva terrestre si fuera necesario. A pesar de que ya se especula sobre la posibilidad del objetivo de una nueva invasión turca, debe asumirse que todas las áreas liberadas desde Dêrik a Kobanê y Shehba están en grave peligro. El enemigo se está preparando para todas las eventualidades y se puede esperar que, al igual que el año pasado, el momento del ataque dependerá de los acontecimientos en el Sur del Kurdistán. Para compensar la propia derrota y poder presentar nuevos éxitos en la lucha contra el movimiento revolucionario a sus propios seguidores, el fascismo turco va a apuntar directamente contra las zonas liberadas de Rojava. La lucha entre la revolución y el fascismo turco está ganando impulso día a día y ya ha dejado de ser un conflicto local, tomando cada vez más una dimensión regional.
El movimiento de resistencia mundial tiene que saber cómo desempeñar su papel en este contexto. Como parte de un frente global contra el fascismo turco, es necesario aumentar al máximo la resistencia en las metrópolis imperialistas. Esto no significa luchar por el fin incondicional de la guerra y por una paz sin principios, sino por la victoria de la guerra popular revolucionaria y por el avance de la Revolución en Oriente Medio y el mundo entero.